Elena y Andrés buscaban una boda sencilla, sin artificios, que reflejara su personalidad pero cuidando cada detalle para que familia y amigos se sintieran cómodos en todo momento. Buscamos conseguir este efecto desde la ceremonia hasta el baile. En cuanto a decoración, fue un todo al verde gracias a Espacios Verdes, sin flores que distrajeran la atención de lo que era realmente importante: ELLOS. Ella es una novia especial, no solo por su belleza, sino también por su elegancia. Tiene un punto tímido que la hace aún más interesante. El día de su boda se transformó: la vi reír, bailar y disfrutar como nunca me lo podía haber imaginado. Él es cercano, calmado, hace sentir cómodo a todo el que está a su alrededor y su boda fue un reflejo de ello.
Celebraron su boda en el Restaurante La Merced, donde la mejor gastronomía está más que asegurada, y en la Concatedral de la Redonda.