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Cristina y Javier

Él es ‘el Rubio’, un terremoto de persona pero con las ideas muy claras. La organización de la boda empezó sin la novia porque aún no estaba en La Rioja, así que fue con Javier con quien comenzó la búsqueda y filtrado de localizaciones, de forma que la boda ya apuntaba maneras de ser distinta desde el principio.

La novia es Cris, además de un bellezón, una mujer perfeccionista y detallista hasta el límite. Y eso se dejó notar. Fue la boda de los espejos escritos, de las lágrimas, de las risas, del concierto, de las madres, de las sorpresas y de los bailes. Una boda muy ellos. Una de las más emotivas que puedo llegar a recordar, porque su historia se respiraba en cada rincón.

¿Tú también quieres vivir un día más que especial?

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